34 Pero él se burló de ellos, les escarneció, les mancilló y habló
insolentemente.
35 Colérico, les dijo con juramento: «Si esta vez no se me entrega
Judas y su ejército en mis manos, cuando vuelva, hecha la paz,
prenderé
fuego a esta Casa.» Y salió lleno de furor.
36 Entraron los sacerdotes y, de pie ante el altar y el santuario,
exclamaron llorando:
37 «Tú has elegido esta Casa para que en ella fuese invocado tu
nombre y fuese casa de oración y súplica para tu pueblo;
38 toma vengaza de este hombre y de su ejército y caigan bajo la
espada. Acuérdate, de sus blasfemias y no les des tregua.»
39 Nicanor partió de Jerusalén y acampó en Bet Jorón, donde se le
unió un contingente de Siria.